Cuando escuche a Dannah Gresh decir "Lo opuesto al temor a Dios, es el temor al hombre" algo inquieto mi corazón y reconocí que aunque sabía que Cristo me había dado vida en Él, perdonando mis pecados, anulando todo mi pasado (vida sin Cristo) en mi contra y que TODO lo había clavado en la cruz (Colosenses 2:13-14), en ocasiones en mi peregrinar sentía vergüenza, no frente a Dios, sino frente al hombre.
Dios por Su gran amor abrió mis ojos en ese momento y pude reconocer que aunque ya no era esclava del pecado gracias a la maravillosa obra de Jesucristo en la cruz, yo por años mantuve esclavo un secreto y solo fue cuando Dios a través de Dannah me llevo a la Palabra en Santiago 5:16 donde dice: Confesaos nuestras ofensas unos a otros, y orad uno por otros, para seáis SANADOS, que pude tener el valor de acercarme a una dulce mujer llamada Laura González de Chávez y liberar con la ayuda del Espíritu Santo un secreto que no había soltado cuando Dios me liberó a mí de la esclavitud del pecado, hoy puedo decir que regreso a mi país con un corazón más sano para la gloria de Dios, puedo decir que ¡soy libre!.
Invito a todas las mujeres, aun a aquellas que se encuentran por años sirviendo al Señor en Su Iglesia, que abran sus corazones, que no sientan vergüenza, que sean humildes y confiesen aquello que cada una conoce muy bien y que por algún tiempo o por años lo han guardado en su corazón, aquello que muchas veces las atormenta y las hace sentir sucias, aquello que utiliza Satanás para acusarlas y libérense porque Cristo las perdonó, porque Cristo las ama, porque Cristo ha lavado sus faltas del pasado con Su preciosa sangre.
No hay razón por qué avergonzarnos, nuestra vergüenza fue cubierta en la cruz por la sangre preciosa de Cristo, una sangre sin mancha, ni contaminación... Fuimos rescatadas de nuestra vana manera de vivir (1 Pedro 1: 18-19).
Así como el Señor cubrió la vergüenza de Adán y Eva luego de pecar vistiéndolos con túnicas de piel (Génesis 3:21), el Señor por Su gracia, por Su bondad, Su misericordia, por Su amor y por amor de Su Nombre, dio a Su único Hijo en sacrificio para que por Su sangre derramada en la cruz nos vistiera de justicia.
No intentemos hoy cubrir nuestra vergüenza con nuestros propios recursos, no confeccionemos delantales de higuera (Génesis 3:7), no experimentemos temor, confesemos esos pecados ocultos, y disfrutemos de una vida en LIBERTAD, PLENITUD y ABUNDANCIA en CRISTO.
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Isaías 61:10
Escribiendo esto, el Señor permitió que escuchara la canción del álbum La Salvación es del Señor, de La IBI en vivo, y sus letras definen lo que siento hoy:
Completo está
¿Por qué habría de dudar
o en temor permanecer?
Si gracia encontré en Jesús
Claro es mi futuro en Él
Pagó toda mi maldad
Ya no hay más condenación
Y en paz vivo porque sé
Mi Padre me trajo a Él
Hoy dejo todo el temor atrás
Lo viejo pasó, lo nuevo llegó
Lo que haces Tú
Completo está
En Cristo estoy, soy vencedor
Lo que haces Tú
Completo está
No sé qué es lo que vendrá
¿Y si vuelvo a caer?
Sé que en Ti puedo confiar
Me guardas hasta el final
Hoy dejo todo el temor atrás
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