¿Cómo se explica que vivimos en una cultura donde el matrimonio del mismo sexo, la transformación de género, la transexualidad y la homosexualidad son algunos de los temas más populares – pero adoramos en iglesias donde casi nunca el tema es tratado?
¿Y vivimos en hogares donde no se les está hablando a nuestros hijos sobre el tema?
George Barna, el fundador del Grupo Barna, dice que la mayoría de los pre-adolescentes de hoy creen que la Biblia no condena la homosexualidad[1]. Esto no me sorprende. En Ontario (Canadá) el currículo de educación sexual enseña que existen 6 géneros (masculino, femenino, transgénero, transexual, de doble-espíritu e inter-sexual) [2]. Tal vez has escuchado sobre el panfleto instructivo utilizado por los maestros de La escuela de media en Lincoln, Nebraska que anima a los maestros a no llamar a sus estudiantes niño o niña. En su lugar, se les estimula a usar frases como “campistas”, “atletas” o “pingüinos morados”. Dice el panfleto: “Cuando encuentre necesario hacer referencia al género, diga: ‘niño o niña o ninguno de los dos.’ Cuando se le pregunte por qué, utilice esto como un momento para enseñar. Enfatice a los estudiantes que su aula de clases reconoce y celebra la diversidad de género de todos los estudiantes.”[3]
Aún si tus hijos –como los míos – no son parte del sistema de educación pública, están creciendo en un mundo de niños que si lo están.
Construyendo un fundamento teológico para nuestros niños
Si tus hijos están expuestos a las mentiras entonces son lo suficientemente grandes para ser expuestos a la verdad. Barna también dice que lo que un niño cree al cumplir sus 14 años es generalmente lo que morirá creyendo. ¿Podría ser que algunas de nosotras estamos esperando demasiado para introducir a nuestros hijos a la hermosa verdad de Dios acerca del género y que le estemos dando lugar al mundo para que siembre sus mentiras?
Mi corazón se ha cargado grandemente al darme cuenta de lo mucho que el debate cultural señala nuestro auto-enfoque. La revolución de género es evidencia de que hemos descuidado nuestra adoración vertical de Dios y hemos sucumbido a una adoración horizontal de la humanidad, y creo que nuestros hijos pueden estar en mayor riesgo que cualquier otra persona en este momento. Mientras, algunos padres tratan de proteger a sus hijos, pero el hecho es que un día van a ser jóvenes adultos y serán parte de esta conversación. ¿Tendrán ellos un fundamento teológico para participar? Si no lo tienen, creo que podría deshacer no sólo su teología sexual, sino también su fe en Dios por completo.
Una negación rebelde
Tengo los dedos índice, girados hacia adentro como mi abuela Barker, y los ojos azul-verdosos de mi padre. Yo sé de dónde he venido. Me parezco a ellos. Cuando Dios creó la masculinidad y la feminidad, Él estaba creando algo que mostraría Su imagen (Génesis 1:27) Él quería que la humanidad comprendiera de quién somos, así que Él plantó Su "selfie" en nosotros. (Más sobre este punto en el post de mañana.)
El libro de Romanos nos enseña que no tener en cuenta las definiciones de Dios para la masculinidad y la feminidad es un rechazo rebelde a glorificarlo y un intento de ocultar quién es Él y a quién le pertenecemos . El pastor John Piper lo dice de esta manera:
“La naturaleza divina de Dios es revelada en el universo físico y material. Tanto así que el versículo 20 dice, que quedan sin excusa cuando cambian la gloria de Dios por la gloria de la criatura “(Romanos 1:20,23).[4]
Abrazar la homosexualidad y el borrar el género son negativas rebeldes a glorificar a Dios.
Nuestra cultura está buscando redefinir la masculinidad y feminidad para crear su propio género. Hasta hace poco, Facebook ofrecía más de 50 opciones de género bajo el acápite de “otro”.
¿Cómo abordar el problema?
Mientras algunos líderes conservadores están llamando al diálogo político y otros a enseñar a los adultos la teología sexual, estoy más preocupada por nuestros hijos. Este es un tema difícil aun para las más educadas y maduras de nosotras. ¿Cuánto más retador es para nuestros hijos que están creciendo con esta singular conversación cultural, donde la preferencia de género será una norma? A grandes voces, la cultura aprueba el matrimonio gay (casi el 60% de los estadounidenses apoya el matrimonio homosexual[5]) la homosexualidad, la transexualidad, la cirugía de cambio de sexo, y mucho más, ya que el cambio de género gana terreno y términos como "minoría de género" ganar popularidad. ¿La fe de nuestros hijos será capaz de sobrevivir en los próximos diez años?
¿Estarán todavía adorando a Dios? ¿O van a sucumbir a la adoración de sí mismos?
La iglesia no está proporcionando de manera adecuada el material para que los padres cristianos y sus hijos sean entrenados en conocer la verdad sobre la sexualidad y el género.
¿Podríamos estar perdiendo la mayor estrategia para ganar esta batalla?
Mañana compartiré tres verdades que los niños deben saber acerca de sus cuerpos para que la verdad moral y su fe sobrevivan a la revolución de género.
[Traducido por Rosalía Saladín]
[1] George Barna, “Transformando Niños en Campeones Espirituales”.
[2] http://www.huffingtonpost.ca/2015/02/25/ontario-sex-ed-curriculum_n_6754696.html
[3]http://www.patheos.com/blogs/searchingfortomsawyer/2014/10/the-new-utopia-a-genderless-society/
[4] John Piper, "Genitalia Are Not Destiny," Published June 2, 2014 online http://www.desiringgod.org/blog/posts/genitalia-are-not-destiny-but-are-they-design
[5] http://www.washingtonpost.com/blogs/the-fix/wp/2013/03/18/gay-marriage-support-hits-new-high-in-post-abc-poll/
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