En mi soltería, Cristo es la fuente de mi contentamiento

“… Pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación…he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad”. Filipenses 4:11-12

Alguna vez te has preguntado ¿Qué necesitas para estar contenta? ¿Un novio? ¿Un esposo? ¿Una familia? ¿Un hijo? Te invito a meditar en lo anterior, tómate tu tiempo y si lo deseas escríbelo en una hoja. Ahora hazte la siguiente pregunta: Como soltera ¿Qué crees que necesitas para estar contenta? Si la respuesta no es Cristo, eso, en lo que pensaste o lo que anotaste, probablemente se ha convertido en tu ídolo, y todo lo que suceda relacionado con eso afectará tu contentamiento.

El contentamiento bíblico es aquel que nos permite estar satisfechas sea cuál sea nuestra situación: soltera, comprometida, casada, viuda, etc.

Cuando llega el momento de las pruebas para iniciar algunos estudios, si somos sinceras, no nos agrada mucho que nos evalúen, más aun si no hemos sido disciplinadas e intencionales al aprender. Esto también aplica cuando estamos aprendiendo a contentarnos con lo que nuestro justo Dios permite en nuestras vidas. Aunque no es nada fácil, por la gracia de Dios he aprendido a contentarme en mi soltería, Dios por Su gran amor con que me amó aun estando muerta en pecado, me dio vida juntamente con Cristo y por gracia ahora soy salva (Efesios 2:4-5). Al entender que lo mejor de mi vida ocurrió a la luz de esta verdad, mi corazón descansó, pero no eliminó, ni eliminará de esos días, donde tiendo a entristecerme y pensar en que “estoy sola”, cuando el Señor orquesta todo para que no halle nada “divertido”, estar lejos de mi familia y que mis amigos y hermanos en la fe no estén disponibles.

Entonces, luego de que muchas lágrimas han acariciado mis mejillas, el Espíritu Santo trae a mi mente dos cosas: no estás sola y estás pensando mucho en ti. Dejándome ver que temo estar en quietud, pero ¡cuán necesarios son esos tiempos!, si no soy intencional en buscarlos, Dios en Su infinito amor me llevará ahí, para recordarme que Él es todo lo que necesito (Col. 2:10). Además, el Señor exhorta mi corazón, pues pensar mucho en mí no es buen aporte a mi aprendizaje, pero pensar en Él y en los demás influye significativamente para bien.
¿Has expresado: “¡Estoy aburrida!? “¿Habrá algo divertido por hacer?” Yo también, en esos momentos es bueno recordar qué hemos dejado de hacer o dejamos a medias. Una oración por algo o por alguien, la lectura de la Biblia, un libro que nos obsequiaron, una llamada, una visita.
Debemos recordarnos que no vivimos para agradarnos a nosotras mismas, porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo (Romanos 15:3). No experimentaremos verdadero contentamiento centradas en nosotras mismas, sino cuando Cristo y Su gracia son el centro.

El contentamiento no se produce en nosotras naturalmente, debemos aprenderlo en nuestro diario vivir. No se origina de un día para otro, hay que experimentar lo que viene con el aprendizaje, que será en muchas ocasiones muy doloroso. ¡No hay atajos!

¿Estás dispuesta a aprender? Este puede ser un buen camino. Aprende a:

**Descansar en Su Providencia. El tiene la historia completa, Él mismo escribió el final.

**Aceptar tu soltería, hasta que Dios lo quiera.

**Estar satisfecha en la soltería y con tu ejemplo enseñar a las jóvenes de tu iglesia que observan de cerca tu vida.

**Contentamiento no es resignarte a la idea de ser soltera toda la vida.

**Depender de Su Provisión.

Para guardar en tu corazón sobre el verdadero contentamiento en la soltería:

++No depende de nuestra soltería. Podríamos estar comprometidas o casadas y aún no estar contentas.

++Se aprende estando solteras. Requiere esfuerzo y diligencia.

++Está fundamentado en la gracia de Dios.

++Depende de nuestra relación con Dios.

++Se alcanza cuando entendemos la verdad del Evangelio. Lo que merecíamos era el infierno, ahora que por gracia somos Sus hijas, estar solteras es lo mejor que tiene para nosotras en estos momentos, la soltería es mejor de lo que merecíamos.

La fuente del contentamiento es Cristo. Así que, sí Cristo habita en tu corazón, a TODO le puedes hacer frente, gracias a que Él te fortalece (Filipenses 4:13). Gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento dice 1 Timoteo 6:6.

Y si no conoces a Cristo, hoy es un buen día para rendirte a Sus pies, arrepentirte de tu vida alejada de Él y comenzar el fascinante peregrinar donde la promesa no es que serás feliz, pero sí que con Su ayuda aprenderás a hacerle frente a toda situación sin importar lo difícil que sea.

¿Es Cristo tu contentamiento?

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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com

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Sobre el autor

Yuliana Fragozo Bermúdez

La gracia y la misericordia de Dios la alcanzó cuando se encontraba sedienta buscando agua en un pozo. Esa misma gracia inmerecida le permitió casarse con Andrés Aguilar, quien es uno de los pastores fundadores de la Iglesia Cristiana Vida … leer más …


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