Antes de publicar en las redes sociales, hazte las siguientes seis preguntas:
1. ¿Es cierto?
Sé que esta pregunta puede parecer algo muy obvio, pero a veces confundimos los límites de lo que es verdad y lo que no. Me resulta especialmente tentador transmitir un mensaje acerca de lo que es mi vida que no dice toda la verdad.
Efesios 4:25 dice de esta manera: "Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablad verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros."
Parte de poner a un lado la falsedad es negarse a proyectar una imagen de nosotros mismos que es falsa. ¡Sé la verdadera tú y no una versión resplandeciente y fingida!
2. ¿Edifica a los demás?
Si no edifica a los demás, no lo digas (o escribas o publiques).
Efesios 4:29 dice de esta manera: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan".
Las redes sociales pueden ser un semillero para el drama. Es tentador saltar y expresar nuestras opiniones constantemente, pero la Palabra de Dios nos dice que cerremos nuestros labios a menos que podamos decir algo que eleve a los demás. Esto incluye los mensajes pasivos-agresivos, no nombrando específicamente a alguien pero comunicando con claridad nuestra frustración. Si tú estás molesta con alguien o con su posición, ora por esa persona. No lo publiques.
3. ¿Tiene que ser dicho?
Echa un vistazo a estos dos versos llenos de energía:
El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias. (Prov. 21:23).
Incluso un tonto que calla es considerado sabio; cuando cierra sus labios, él se considera inteligente (Prov. 17:28).
Solo el hecho de que lo pensemos no quiere decir que tenemos que publicarlo. Aquí hay algunas preguntas para ayudarte a decidir si algo tiene que ser dicho:
-¿Es útil?
-¿Es original? (O solo estoy diciendo lo mismo que todos los demás están diciendo?)
-¿Me sentiré bien de haber publicado eso después que me haya calmado?
4. ¿Solo se trata acerca de mí?
Filipenses 2: 3 dice: " Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo."
Tengo el presentimiento de que parte de la razón por la que todos amamos tanto las redes sociales es porque nos da la oportunidad de hablar acerca de nuestro sujeto favorito: nosotras mismas. Pero la Biblia nos anima a pensar menos en nosotras mismas y más en los otros.
¿Una serie constante de selfies, logros personales, y los anuncios de nuestro estado de ánimo nos resalta a nosotras mismas o a otros?
5. ¿Dice en público algo que es mejor decirlo en privado?
La Biblia nos da un modelo claro para tratar con el pecado entre los creyentes en Mateo 18: 15-20. He aquí un desglose:
1. En primer lugar, asegúrate de que el pecado es contra ti (v. 15).
2. Ve donde tu hermano o hermana cristiano y trata de hablarlo solo entre ustedes dos (v. 15).
3. Si esto no funciona, toma uno o dos cristianos contigo y trata de hablarlo de nuevo (v. 16).
4. Si eso no funciona, implican al liderazgo de la iglesia (v. 17).
5. Si eso no funciona, sepárate de la relación (v. 17).
No hay espacio aquí para voladuras públicas o críticas. La Palabra de Dios nos anima a manejar el conflicto con nuestros amigos cristianos en persona y en privado.
(PS: La Biblia también enseña que dejar el juicio de las personas fuera de la iglesia a Dios 1 Corintios 5:13).
6. ¿Apunta a mi padre?
Mateo 5: 15-16 dice: "Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
¿La gente sabe que eres un cristiano cuando ven tu perfil de Facebook? Si un no cristiano miró tu página, ¿iba a ver la luz o la oscuridad allí?
Limpia, limpia
Vuelve a tu historia en las redes sociales con estas seis preguntas en mente. Elimina cualquier cosa que no pase la prueba.
En el futuro, hazte estas preguntas cada vez que publiques. Pídele al Señor que te enseñe a glorificarlo “en línea”.
¿Hay alguna pregunta que le agregues a la lista?
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