Por Tanya Haselhuhn
Cuando promueves la discusión provechosa dentro de un grupo pequeño, donde las participantes han hecho su trabajo, es fácil caer en la trampa de responder por ti misma todas las preguntas si es que nadie del grupo se ofrece a hacerlo. Siempre que puedas motivar a la discusión recordando a las participantes los conceptos claves.
Puede tomarte algún tiempo de práctica el evitar no sonar como un disco rayado cuando busques fomentar la participación en un tiempo de respuestas. Aquí te mencionamos algunas ideas para que las intentes con tu grupo:
• ¿A quién le gustaría iniciar?
• ¿Cómo lo pusiste?
• ¿Qué encontraste?
• Vamos a escuchar otra opinión más.
• Pat, ¿qué nos dices?
• Pat, ¿podrías tomar la pregunta número uno?
• ¿A quién más le gustaría compartir su pensar al respecto?
• ¿A quién más?
• ¿Otra persona que quiera hablarnos?
• ¿Quién quisiera añadir algo al respecto?
• ¿Qué piensas al respecto?
• ¿Hay otra cosa que quisieran compartir?
• ¿Una más?
• ¿Puede alguien exponer sobre eso?
• ¿Otra persona?
Aquí te damos varios comentarios que puedes emplear para proveer una retroalimentación positiva sobre un comentario dado:
• Gracias.
• Estoy de acuerdo.
• Ok.
• Creo que sí.
• Definitivamente sí.
• Buena aplicación.
• Buena lista.
• Todas nos podemos identificar con eso.
• Gracias por traernos ese punto.
• Me gusta tu respuesta.
• Ahí tenemos una gran lección.
• En efecto...
• Es difícil hacerlo, ¿verdad?
• Exactamente.
• Me encanto eso.
• Ese es un desafío.
• Bien dicho.
• Le agradezco su comprensión.