En Tu Nombre echaré las redes

Muchos nutricionistas recomiendan desayunos con un gran aporte de carbohidratos de calidad porque son la principal fuente de energía de todo régimen alimentario. Y parece que nuestro Nutricionista espiritual quiso darnos un desayuno energético para iniciar este segundo día de la conferencia a través del chef elegido por El en esta ocasión, el pastor Eduardo Saladín.

¿El menú? Lucas 5:1-11.  El pastor Saladín nos ayudó a ver que la condición física, emocional y espiritual de los discípulos puede ser también la nuestra: cansadas, agotadas, muchas cosas no han salido como queríamos, soledad por divorcio o soltería, no llega un compañero, un revés económico, madre soltera proveyendo y cuidado de sus hijos, un esposo seco espiritualmente, infiel, que no trabaja ni provee, un diagnóstico de una enfermedad, un esposo a quien le dimos nuestros mejores años y nos abandonó, hijos rebeldes, etc.

 

El Señor sabe lo que atraviesas. Y te dice “ve a aguas más profundas”. Quizás respondes “no; estoy cansada”, “no sabes lo que estoy atravesando”.

 

¿Qué dijo Pedro? “En tu nombre echaré las redes” aunque el experto era él, y sabía que Jesús no conocía nada de pesca.

 

Pedro estaba cansado, luego de una noche tratando de pescar pero responde “porque Tú lo pides, en tu nombre echaré las redes”.  ¿Estoy dispuesta a seguirlo? A pesar del cansancio, las luchas, las circunstancias, de haberlo intentado todo.

 

El pastor compartió que ha escuchado muchos decirle “hermano ya no puedo”, pero los ha alentado diciéndoles “muestra la gloria de Dios en tu vida” y luego se regocija viendo vidas y matrimonios restaurados y se dice “Dios ha sido glorificado”.

 

Cuando Pedro dijo “Si, Señor” ¿Cuál fue el resultado? ¡Una pesca milagrosa!  Fueron testigos del poder de Dios. Eso necesitamos: esperar en el Señor, el Gobernante del Universo, el Rey Soberano. Seguir esperando en Él.

 

¿Tu vida luce como un caos? ¿Luce como un aeropuerto con aviones llegando y saliendo, que parecería que ocurrirá un accidente? Así como allí hay un controlador aéreo que para evitar que ocurran accidentes; nosotras tenemos a Cristo el Controlador Perfecto de nuestra vida; nuestras vidas están en manos de un Controlador que nos ama, que no comete errores.

 

Cuando Pedro vio las redes llenas, ¿qué hizo? “…cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador! Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la redada de peces que habían hecho”

 

¡Lo adoró y reconoció su condición pecaminosa! Vio a Su creador, el Dios santo.

 

Lo mismo debemos hacer: tirarnos de rodillas, rendirnos, decirle ‘llévame donde quieras’, ‘quiero glorificarte’.

 

Pedro no huyó de Cristo, se arrodilló a Sus pies. ¿La respuesta de Jesús? ¡No tengas miedo! Le dio esperanza, a un hombre lleno de tormento por su pecado, palabras de gracia. Si nos arrepentimos, hay esperanza y perdón en Jesús, nos da una nueva identidad que no la construimos nosotras, Él nos la da, ahora seremos mujeres verdaderas, caminando en Sus caminos, y Él nos da la capacidad de seguir adelante.

 

Como Pedro Dios nos dirá: ven, sube a la barca, vamos a lo profundo y allí tira la red. No digamos no al Señor, Él está en control y nos llevará a puerto seguro, fue Jesús quien pidió estar en la barca y estuvo con ellos. Ahora nos dice: estoy contigo, los ríos no te anegarán, el fuego no te quemará, el Todopoderoso estará ayudándonos. En Su Nombre tiremos las redes, llevemos un mensaje de vida y esperanza, el Señor está con nosotras por siempre, ahora es el tiempo de obedecerlo sin importar las circunstancias, es el momento de ver la gloria de Dios en nuestra vida, Dios quiere que hagamos la diferencia en medio de la crisis que estamos viviendo. Glorifiquemos a Dios tirando las redes en Su Nombre.