Las integrantes de un grupo de estudio deben esforzarse por demostrar amor a sus hermanas en la fe de la siguiente manera:
• Dios ha regalado el don de poder unir tu corazón con el de este grupo de mujeres; el objetivo es tratar de conocer a cada una en el transcurso de un año. Busca en la increíble sabiduría de Dios el cómo y el porqué Él ha dispuesto unirlas entre sí en un tiempo como este.
• Sé digna de confianza para guardar en absoluta confidencialidad cualquier información que sea compartida dentro del grupo.
• Silencien los sonidos de sus teléfonos móviles y refrénense de utilizarlos durante las reuniones de grupo a menos que sea necesario.
• Colócate tu tarjeta de identificación en un lugar visible hasta que todas se conozcan entre sí.
• Con la gracia y el poder de Dios, comprométete a atender cada reunión y a la lectura del texto que hayan programado estudiar. Pídele al Señor que te ayude a superar los obstáculos del enemigo que te impidan participar plenamente.
• Por consideración a las demás integrantes del grupo, haz tu mejor esfuerzo por llegar a tiempo a las reuniones y cumplir el tiempo programado para el estudio. Cada miembro del grupo se ve afectada por la presencia de cada participante. Interrupciones ocasionadas por tardanzas o salidas anticipadas, afectan la interacción del grupo y pueden interferir con un diálogo importante o con el que podamos estar todas conectadas en el tiempo de oración y comunión.
• Sé transparente. Cultiva una actitud de sierva con cada hermana. Permite que un espíritu de gracia penetre al grupo mientras nos sostenemos las unas a las otras con la Palabra de Dios como instrumento esencial.
• Si están casadas, no deben expresar críticas a sus esposos. Temas muy específicos pueden ser tratados con tu líder de forma privada.