Conoce y entiende las suposiciones preconcebidas acerca de tu clase.
• Determina si tu grupo tiene bajas expectativas. De ser así, dicho grupo difícilmente realice la labor asignada. Al trabajar con este tipo de grupo, la profesora deberá ser muy intencional en incluir cosas que ayuden a estimular la memoria. Cada lección, incluso en una serie, requiere tener un punto independiente porque a menudo la asistencia a estos grupos es errática. Debe hacerse énfasis en repasar cada semana.
• Algunas clases se enfocan en base a las expectativas y los costos. En estos grupos, espera que tus estudiantes trabajen. Debes enfocarte en mantener unas clases con un mensaje claro, entendible y que ayude a facilitar un cambio de vida.
• Algunos grupos se inclinan hacia un alto enfoque social. El objetivo para estos grupos usualmente es ayudar a adaptar a las personas dentro del grupo corporativo. Esperar cambios de vida, coherencia o rendición de cuentas en estos grupos.
Trabaja para derribar barreras dentro de tu grupo.
• Toma tiempo antes y después de clases, y también en otros entornos sociales para hablar con las personas de manera individual y así ayudarles a que se sientan cómodos interactuando contigo. Trata de repetir esa interacción con cada miembro al transcurrir de pocas semanas.
• Mientras más conozcas a una persona dentro de diferentes entornos, mejor será tu capacidad para llegar a ellos y enseñarles. También puedes ver más allá de sus apariencias externas hacia sus problemas reales del corazón.
• Utiliza siempre el contacto visual para que las personas sepan que estas enfocada y atenta a ellos.
• Sé vulnerable. Cuando compartes historias personales, el grupo al cual te vas a dirigir puede darse cuenta de que eres una persona real.
• Identifica a quienes puedes llamar por su nombre, quien ha estudiado y aportará ideas y quién necesita un empuje para hablar en clases.
Evalúa a tu grupo consistentemente para determinar si estas conectando con ellos.
• Observa el contacto visual, postura corporal, expresión atenta, seguimiento a Las Escrituras, toma notas.
• Toma en cuenta si el lugar de reunión es cómodo o crea distracción. Aspectos tales como la temperatura del salón, la ubicación de las sillas, o el tópico de la conversación, pueden inhibir o ayudar al logro de la atención y una buena discusión.
• Considera las relaciones interpersonales de los estudiantes. Algunas pueden ser de ayuda y otras pueden dificultar la interacción entre grupos.
Entiende la forma en que las diferentes personalidades pueden afectar tu grupo.
• Introvertidos: Si una persona no es frágil, plantéale preguntas directas. Refiérete a él por su nombre y, de ser posible, utiliza cosas, situaciones o personas que ella conozca de tu pregunta para ayudarla a cerrar tu pregunta con su respuesta. Formúlale preguntas abiertas en lugar de interrogantes si/no. Si ella es poco expresiva, trata de extraer su respuesta después de clase.
• Extrovertidos: Ten cuidado. Es fácil favorecer a personas extrovertidas porque se expresan fácilmente. Se les hace fácil tomar mucho tiempo en responder y llevar al grupo por su camino. Si ella no es muy susceptible, al punto de ofenderse, puedes interrumpirle y decir: “Gracias por ese comentario” o “Alguna otra persona tiene algo que compartir al respecto” o “Ese es un buen punto, pero tendremos que discutirlo después de clases”. Debes formularle preguntas cerradas si/no el lugar de preguntas abiertas.
• Intelectuales: El desafío ante este tipo de mujeres dentro del grupo, es poder llevarlas a ser compasivas y participar con el material presentado. Puedes formularle preguntas prácticas de seguimiento o preguntas acerca de como ella se habría sentido. Si necesitas una respuesta bien enfocada y correcta, pídele que responda.
• Emocionales: El desafío es ayudarle a pensar y a comprometerse con la enseñanza. Formúlale preguntas para ayudarle a pensar: “¿Por qué esto era importante?” o “¿Qué estaba manejando esta situación?” Si quieres que la clase se conecte emocionalmente con la lección, pídeles que te den ilustraciones de lo expuesto.
• Las que opinan constantemente: Estas mujeres tienen una opinión en cada caso. Esto puede molestar a otras personas. Afírmale sus puntos correctos y continúa con: “Qué otras formas podemos nosotros…..” Evita dejarle ser la autoridad final en expresarse, porque de ser así los demás no querrán participar.
• La necesitada: Las mujeres que tienen este perfil llaman la atención hacia ellas mismas. Necesitan la empatía y afirmación de quien este dirigiendo el grupo. Pero es importante no dejarse dominar por su comportamiento. Como líder de grupo, trata de moverte rápido y decir: “vamos a orar sobre esto ahora” o “Necesitaremos darle seguimiento después de clases”. Ten cuidado. Algunas de estas mujeres no necesariamente quieren aprender porque luego tendrán que cambiar. Si ellas cambian, entonces no podrán llamar la atención de la forma que se les antoje.
• La que no es enseñable: Sé paciente y continúa tratando de construir una buena relación. Trata de entender el porqué de su manera de actuar: ¿Le disgusta aprender?, ¿Está bajo una situación de stress? ¿El tema esta muy relacionado a su pasado? ¿Asiste sólo por razones sociales? ¿No está de acuerdo?, ¿Ella no quiere cambiar?, ¿Ella cree que lo sabe todo ya?
• La enseñable: Tratar con este tipo de personas es un deleite para una maestra o alguien que lidere un grupo porque esta frente a alguien con anhelos de aprender lo que se busca enseñar.