Dannah Gresh nos compartió varios testimonios que nos hacen pensar en Isaías 55:8 donde el Señor nos afirma que Sus caminos y pensamientos son más altos que los nuestros. Cuando era una niña de 8 años, oró por ser maestra de la Biblia y misionera. Este fin de semana al ver las banderas de las diferentes naciones representadas en la conferencia, el Señor le hizo entender que ya era misionera y maestra de la Biblia de mujeres quebrantadas sexualmente, Dios le respondió sí, pero no de la manera que ella esperaba.
Hace unos 3 años atravesó un periodo de sequía espiritual que Dios usó para mostrarle que debía “romper su caja de oración” donde estaban atrapadas sus oraciones; esto requería que dejara algunas cosas “buenas” que se habían convertido en muletas en su vida de oración.
Dios no nos ha llamado a tener una caja de oración. Un lugar dentro del cual nuestras oraciones se quedan, Él quiere que nuestras oraciones estén en todo lugar, que tengamos una vida de oración.
¿Tenemos cajas de oración? Si no las rompemos, no tendremos una verdadera vida de oración. Necesitamos pedirle a Dios que organice nuestra vida de oración.
¿Qué se encuentra en una caja de oración? falta de pasión, distracciones diarias, peticiones centradas en nosotras mismas, nuestras necesidades, sequía, apatía.
¿Qué no encontramos en esa caja? las necesidades de los demás, adoración a Dios, frutos, respuestas de parte de Dios.
A través del pasaje de Hechos 3:1-10 Dios le enseñó sobre la vida de oración de Pedro y Juan.
La oración es una conversación continua con Dios. Él es Omnipresente. No puedo decirle que solamente hablaremos en un momento específico.
Dios puede romper nuestra caja de oración para llamarnos a una vida de oración. Es necesario que mantengamos una comunicación continua con Dios para prestar atención adónde el Padre está trabajando.
Cuando Pedro le dice al hombre “míranos” es porque tenía la seguridad de que el Espíritu Santo estaba con ellos, pues se mantuvieron conversando todo el día; por eso pudo escuchar lo que Dios tenía que decirle.
La oración es una conversación de dos vías: hablar y escuchar. Dios puede hablarnos a través de Su Palabra, por medio de otras personas, utiliza las circunstancias, y otras veces en la quietud de la oración. Si caminamos con El, nos hablará en todo momento.
La mayor parte de la oración en la Palabra es oración corporativa. Jesús nos enseñó a orar “Padre nuestro”, no “Padre mío” para que oremos juntos.
Habla el nombre del Señor con espíritu de oración, con corazón de oración, “en el Nombre de Jesús levántate y anda”. Hay poder en Su nombre. Honra el nombre de Dios.
Si nos mantuviéramos en oración, Sus respuestas no cabrían en una caja.
¿Cuándo fue la última vez que Dios te respondió una oración y saltaste, alabaste y adoraste a Dios? El tiempo de quietud es importante pero también hay tiempo de saltar, adorar.
Dannah hizo una exhortación importante respecto al uso del discernimiento espiritual que Dios concede a algunas mujeres: el propósito es que oremos, no que estemos chismeando con otras.
Finalmente, nos recordó que la soltería es un regalo que no muchas lo quieren. Es un regalo o don espiritual como el de misericordia, de administración y otros. Lo que significa que no se vive por nosotras mismas, en nuestras fuerzas.
Muchas veces se piensa que solo tienes que servir a Dios y apagar el botón por el deseo de casarte…o el otro extremo, sin nada de esperanza…sólo sufre porque no tienes un esposo. Dios quiere que utilices tu soltería para El, pero no está mal que quieras casarte.
El cierre de esta sesión no se puede reportar en palabras, tienes que vivirlo con el corazón. Te invito a ver el video cuando se encuentre disponible.