Evaluación post-enseñanza

Una de las mejores oportunidades de aprendizaje al convertirte en una mejor maestra o líder de grupo, es tomar un tiempo para evaluarte a ti misma luego de dirigir un grupo.

Evaluar

¿Cuál fue tu objetivo a lograr en la clase? Debes tener al menos un objetivo que perseguías lograr. ¿Consideras haberlo logrado?

Disposición para aprender

Cometerás errores. Esta es tu oportunidad de aprender de ellos. Eso solo sucederá si tienes vocación para la enseñanza. Aunque a todos nos gustaría ser perfectos, sabemos que ese es un estado inalcanzable, así que siempre habrá una oportunidad para crecer.

Si tienes una asistente, pídele que te retroalimente con una evaluación honesta. A menudo las demás personas ven cosas que nosotros pasamos por alto.

Pregúntate:

• ¿Estaba debidamente preparada?

• ¿Comuniqué las ideas claramente?

• ¿Se lograron mis objetivos?

• ¿Cuáles fueron los problemas? ¿Dónde puedo encontrar soluciones?

• ¿Qué puedo hacer diferente?

Quieres ser honesta contigo misma, pero no tan crítica al punto de desalentarte. A Satanás le encantaría desanimar tu liderazgo. Dios puede ayudarte a crecer y convertirte en una mejor líder cuando le busquemos y le pidamos Su ayuda.

Mantén tus ojos en Cristo.

No puedes tener éxito ni dar buenos frutos en tu clase, solo Dios puede hacerlo. Enfócate en ser fiel a aquello que Dios te ha llamado a hacer, no en ser exitosa. Tu éxito es medido en función de tu obediencia a Dios, no por tus resultados. Él puede hacer lo que considere mejor para cada persona.

Quieres ser honesta contigo misma, pero no tan crítica al punto de desalentarte. A Satanás le encantaría desanimar tu liderazgo. Dios puede ayudarte a crecer y convertirte en una mejor líder cuando le busquemos y le pidamos Su ayuda.