Cristianismo persuasivo y contagioso

El argumento más convincente sobre la verdad del Evangelio en cualquier época o tiempo será encontrado en las vidas de quienes dicen creer en la Verdad.

Los no creyentes del primer siglo no podían refutar o explicar la visible diferencia que el Evangelio obraba en la vida de las personas que seguían a Cristo.

Imagine por un momento el efecto que se produciría si el mundo no creyente pudiera observar a los cristianos hoy día y notaran que:

  • Mantenemos nuestra palabra.
  • Somos generosos, en lugar de enfocarnos en nosotros mismos y acaparar nuestros recursos de forma egocéntrica.
  • Cuidamos de los nuestros; ninguno de los nuestros carece de necesidades como alimentación, ropa y techo.
  • No somos ociosos, sino diligentes.
  • Tenemos el poder para vencer cualquier conducta pecaminosa.
  • No nos preocupamos en tiempos de escasez, sino que confiamos en Dios porque Él suplirá nuestras necesidades.
  • Cuando afrontamos una perdida, no nos lamentamos como aquellos que no tienen esperanza (ver 1ra. Tesalonicenses 4:15)
  • Nosotros perdonamos en lugar de tomar venganza o amargarnos por el agravio recibido.
  • Amamos a nuestros enemigos.
  • Trabajamos para resolver conflictos en lugar de permitir que se empeoren.
  • Somos humildes ante una provocación; devolvemos bien por mal.
  • Somos moralmente castas, en lugar de vivir “en la pasión de la concupiscencia como quienes no conocen a Dios.” (1 Tes 4:5)
  • Mantenemos nuestros votos matrimoniales….”en la salud y en la enfermedad, en los tiempos buenos y en los malos.”
  • Nos gozamos en Cristo al enfrentar momentos de adversidad.

Cuando el cristiano vive de esta forma, se vuelve persuasivo y contagioso. No todos van a rendirse a la Verdad; pero ninguno será capaz de negarlo. “Y servirás para ellos de señal, y sabrán que Yo Soy  el Señor” (Ezequiel 24:27)

© Usado con autorización. Revista Moody. Julio/Agosto 2003. www.AvivaNuestrosCorazones.com

Sobre el autor

Nancy DeMoss Wolgemuth

Nancy DeMoss Wolgemuth ha tocado las vidas de millones de mujeres a través del ministerio de Aviva Nuestros Corazones y del Movimiento de Mujer Verdadera, llamando a las mujeres a un avivamiento espiritual y a la feminidad bíblica. Su amor por Cristo y por Su Palabra es contagioso y permea todos sus alcances, desde sus conferencias hasta sus programas de radio.

Ha escrito veintidós libros, incluyendo Mentiras que las mujeres creen y la Verdad que las hace libres, En busca de Dios (junto a Tim Grissom), y Adornadas. Sus libros han vendido más de cuatro millones de copias y están llegando a los corazones de las mujeres alrededor del mundo. Nancy y su esposo, Robert, radican en Michigan.