Tantas razones para estar agradecida
Dannah Gresh: No es difícil encontrar consejos que nos digan que seamos agradecidas. Pero, Mary Kassian dice que, si eres hija de Dios, ¡el agradecimiento adquiere un significado completamente nuevo!
Mary Kassian: Los cristianos deberían ser las personas más agradecidas porque tenemos mucho por qué estar agradecidas... y el objeto último de nuestra gratitud es Dios.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora dellibro «Escoge agradecer», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 28 de noviembre de 2024.
Diversas familias cristianas celebran el día de hoy el día de Acción de gracias, y aunque esta temporada es especialmente buena para recordarnos que debemos ser agradecidas, dar gracias al Señor debe hacerse todos los días, en todas las estaciones de la vida. Pensando en esto, queremos aprovechar y mencionar una vez más que uno de nuestros recursos destacados este mes de noviembre y …
Dannah Gresh: No es difícil encontrar consejos que nos digan que seamos agradecidas. Pero, Mary Kassian dice que, si eres hija de Dios, ¡el agradecimiento adquiere un significado completamente nuevo!
Mary Kassian: Los cristianos deberían ser las personas más agradecidas porque tenemos mucho por qué estar agradecidas... y el objeto último de nuestra gratitud es Dios.
Dannah: Estás escuchando Aviva Nuestros Corazones con Nancy DeMoss Wolgemuth, autora dellibro «Escoge agradecer», en la voz de Patricia de Saladín. Hoy, 28 de noviembre de 2024.
Diversas familias cristianas celebran el día de hoy el día de Acción de gracias, y aunque esta temporada es especialmente buena para recordarnos que debemos ser agradecidas, dar gracias al Señor debe hacerse todos los días, en todas las estaciones de la vida. Pensando en esto, queremos aprovechar y mencionar una vez más que uno de nuestros recursos destacados este mes de noviembre y que queremos recomendarte, es justamente el libro escrito por Nancy titulado «Escoge agradecer».
En este libro ella nos recuerda que la gratitud es una elección. Pero si no la escogemos, por defecto hemos escogido la ingratitud. Y una vez admitida en el corazón, la ingratitud no viene sola, sino que trae consigo un montón de compañeros indeseables que nos quitarán el gozo. Aprende más sobre la importancia de vivir en agradecimiento con el libro «Escoge agradecer» de Nancy DeMoss Wolgemuth.
Nancy DeMoss Wolgemuth: Si tu corazón fuera un huerto, ¿qué tipo de flores o vegetales estarían creciendo? ¿Sería bonito y delicado y dulce? ¿Crece en tu corazón algún tipo de agradecimiento, o está descuidado y lleno de malas hierbas?
Bueno, si eres como yo, siempre hay espacio para sentirte más agradecida. Mary Kassian está aquí para ayudarnos a lograr precisamente eso. Aquí está Dannah Gresh con una introducción más completa... Muchas gracias Dannah.
Dannah: Nuestra invitada es Mary Kassian, y Mary es una de las mentes femeninas más brillantes del mundo cristiano. Es una autora galardonada y oradora internacional; es una distinguida profesora de Estudios de la Mujer en Southern Seminary y originaria de Alberta, Canadá.
Pero sobre todo esto, hay algo que me encanta de ella: por muy brillante que sea, hace que las verdades sean tan accesibles e importantes. Hoy ella nos ayudará con el simple acto de crecer en agradecimiento. Mary, ¡bienvenida de nuevo al estudio de Aviva Nuestros Corazones!
Mary: Gracias, Dannah, es un placer estar contigo. Gracias por esa introducción. Me siento halagada, pero déjame decirte que si pudieras echar un vistazo a mi casa ahora mismo, no pensarías: ¡Oh, es una mujer tan genial y brillante! ¡Hay tanto desorden!
De hecho, estoy trabajando en otro libro en este momento y estoy en el último empujón, así que todo es…
Dannah: … ¡Todo es a cerca del libro!…
Mary: ¡Sí! Lo único que hago ahora es escribir, por lo que hay mucho desorden. ¿Pero sabes qué? En realidad se relaciona con nuestro tema de hoy.
Dannah: Dime cómo.
Mary: Estaba viendo este programa de televisión sobre cómo eliminar el desorden de tu vida y de tu hogar, y me interesó un poco. Mostró cómo enrollar los calcetines correctamente y cómo guardar la ropa verticalmente en lugar de horizontalmente.
Dannah: Creo que sé de qué programa estás hablando, porque me gustaba mucho. Y lo más importante, te enseña cómo deshacerte de las cosas, cómo depurar tu hogar… porque eso es parte del problema, ¿verdad?
Mary: Exacto, porque te aferras a las cosas en lugar de deshacerte de ellas cuando ya no las necesitas. Pero aquí está lo extraño que realmente me llamó la atención. Mientras miraba ese programa, «Deshazte del desorden», pero también antes de tirar las cosas, había un pequeño ritual que debías seguir.
Se suponía que debías dar gracias al objeto, es decir, dar gracias a la ropa: «Oh, gracias, prenda de vestir…».
Dannah: «Gracias camiseta…».
Mary: «Gracias calcetines con agujeros». Pero me resultó confuso, porque el «gracias» no tenía objeto. Bien, ¿qué estabas agradeciendo exactamente? ¿Estabas agradeciendo a la camiseta? ¿Estabas agradeciendo a las personas que la hicieron? ¿Estabas agradeciendo a los «dioses del orden»? No hubo ningún objeto para el agradecimiento.
Dannah: Bueno, creo que el objeto era la camiseta. Y te digo, me gustó tanto ese programa que tengo cajones para demostrarlo. Me gustaba mucho hasta que vi ese episodio en el que ella enseña sobre esto. Entonces pensé: «Esto es un poco extraño para mí». ¿Cuál fue el discernimiento que se produjo en mi espíritu? ¿Qué fue eso, Mary?
Mary: Bueno, ayer hablamos sobre el hecho de que la gratitud cristiana tiene una textura muy diferente al tipo de gratitud que el mundo vende. Para el cristiano, la gratitud siempre está ligada a Alguien; la gratitud está siempre ligada a Dios, que es el Dador de cosas buenas.
Ayer hablamos de Santiago 1:17, de que toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces.
Dannah: Mmm. Me encanta ese versículo; es uno de mis favoritos. Me recuerda que ya sean mis calcetines (¡con agujeros!) o una camiseta que me he gastado porque me quedaba muy bien y era muy cómoda, puedo estar agradecida a Dios por ser el mejor proveedor de esas cosas.
Mary: ¡Exactamente! Podemos ordenar nuestros hogares y decir: «Dios, muchas gracias por cuidarme tan bien que incluso puedo elegir entre mis posesiones y tirar algunas. ¡Me has bendecido tan ricamente! Tú proporcionas todas mis necesidades».
Si nuestro agradecimiento y gratitud están dirigidos al Señor, entonces lo estamos dirigiendo al lugar correcto. Efesios 5:20 dice: «Den siempre gracias por todo…». Hasta por nuestras camisetas, hasta por los calcetines que usábamos, «en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre».
Sabes, es una declaración poderosa: «¡Den siempre gracias por todo!». Eso lo abarca todo, ¿no?
Dannah: Correcto. Inmediatamente pienso en cuando mi casa está llena con muchas cosas y siento una presión inminente o una fecha límite, como la que tú tienes ahora mismo con tu libro, y la gratitud no llega tan fácilmente en esos momentos. Y esa ni siquiera es una prueba difícil; esa es solo una casa desordenada, ¿verdad?
Mary: Correcto, es solo una casa desordenada o presiones o ansiedades. Ya sabes, si tus hijos tienen tantas actividades diferentes que sales corriendo, los llevas a practicar deportes y apenas tienes tiempo suficiente para alimentarlos, o los alimentas en la parte de atrás del vehículo mientras conduces hacia la próxima cita…
Damos vueltas en nuestras vidas y estamos ansiosas y estresadas. Y, sin embargo, Efesios 5:20 nos da este sorprendente encargo de dar gracias siempre por todo. Y no solo para dar gracias, sino para dar gracias a Dios Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Dannah: Mientras dices eso, Mary, lo que se está desarrollando en mi mente es que cuando enfrento una prueba o tribulación épica y horrible, no me resulta tan difícil estar agradecida y dirigir mis pensamientos y mi corazón a Dios. Son esas pequeñas mini pruebas, si las podemos llamar así, de la casa desordenada, los niños ruidosos, la llegada de la temporada de Acción de Gracias y de Navidad; es como un trabajo de medio tiempo para una mujer ser anfitriona de todas las reuniones. Esas son las cosas que rápidamente silencian mi gratitud. ¿Te identificas con eso?
Mary: Ciertamente me identifico con eso. ¡Es ese estrés constante en tu mente… el desorden! Estábamos hablando del desorden en nuestras casas, y sé que cuando mi casa se llena de desorden, empiezo a sentir ansiedad. Es el desorden en nuestras mentes y en nuestros corazones a veces lo que nos estresa y nos hace perder de vista la gratitud y esa actitud de «dar siempre gracias por todo».
La Biblia pone un enorme énfasis en la gratitud, Dannah. Hay más de 2,000 versículos en la Biblia que nos animan a ser agradecidas. ¡Son muchos versículos!
Dannah: ¿Y sabes qué?, mi pensamiento inmediato es: «Sí, supongo que no somos las primeras en tener problemas con eso. ¡Dios quería transmitir este mensaje!». ¿Correcto?
Mary: ¡Absolutamente! Verás, para el cristiano, la gratitud es una disciplina llena del Espíritu. Como dijo Nancy (ayer tuvimos una gran cita): «La gratitud es un estilo de vida, un estilo de vida bíblico reñido y lleno de gracia», y es por eso que hay más de 2000 versículos.
Los versículos son cosas como: «Alabado sea el Señor». «Da gracias al Señor». «Bendice al Señor» y dando gracias. Pero no se trata solo de dar gracias o tener una actitud de gratitud en lugar de tener una actitud de queja. Es dirigir ese agradecimiento a Dios en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, dando gracias siempre por todo.
Dannah: Bien, ahora, ayúdame a pasar estas fiestas más agradecida que nunca. ¿Qué necesito saber?
Mary: Bueno, creo que lo que hay que hacer es pensar en ello como una disciplina. Cuando intentas alcanzar algún tipo de meta, la tienes en mente y tal vez la escribes. Tal vez haces lo que Nancy y Robert hicieron durante su lucha contra el cáncer.
Escribes las cosas por las que estás agradecida a Dios y las pones en una nota adhesiva y tienes un «muro de gratitud». O los pones alrededor de la puerta de tu casa, o tal vez haces planes de tener un momento durante tu celebración de Acción de Gracias en el que te concentras en dar gracias por todo a Dios y dirigir esa gratitud hacia Dios.
Dannah: Y Mary, tenemos un video de Nancy dándonos un recordatorio por ese muro de gratitud.
Y nos has traído una palabra interesante: «gracias». ¿Es lo mismo que gratitud? ¿Cuál es la diferencia entre alabar a Dios, dar gracias y tal vez incluso bendecir a Dios?
Mary: Bueno, esos tres realmente se usan en las Escrituras. La alabanza realmente se centra en el carácter y la naturaleza de Dios.Expresa gratitud y asombro por quién es Él. Cuando alabamos a Dios, decimos: «Dios, tú eres (aquello)», o, «Tú eres (esto)».
«Eres tan generoso con nosotros, Dios. Eres nuestro ayudador. Tú eres nuestra paz, Tú eres nuestro consuelo». Eso es alabanza: nos estamos enfocando en el carácter de Dios, en quién es Él.
Dar gracias coincide con eso, pero es un poco diferente, porque cuando damos gracias, nos enfocamos en los dones de Dios y en los beneficios que Él nos brinda.
En lugar de simplemente hablar de Su carácter y alabarlo por quién es, expresamos gratitud por lo que hace. Entonces: «Gracias, Dios, porque me diste esto. Gracias por responder esta oración. Gracias por brindar seguridad. Gracias por mi familia. Gracias porque me estás ayudando a superar esta prueba». Dar gracias es gratitud por lo que Dios hace.
Luego está esa otra palabra que a veces realmente no entendemos mucho, y eso es bendecir a Dios. Ahora bien, bendecir es hacer feliz a alguien. Pero para bendecir a Dios, lo hacemos feliz cuando le agradecemos y alabamos con la actitud correcta; es decir, con una actitud de reverencia, cuando reconocemos que Él es Dios y nosotros no.
Esa es nuestra mayor razón para tener gratitud y no tener una actitud de queja, es que Él es Soberano. Él es Dios. Él tiene el control. A lo largo de la historia, se nos ha dicho que lo bendigamos y que dirijamos nuestra alabanza hacia Él.
Dannah: En otras palabras, los elogios y el agradecimiento son en realidad formas de gratitud.
Mary: Lo son, sí. Y, de hecho, cuando estás en la iglesia y dices «aleluya», eso también expresa gratitud. Es una palabra realmente interesante. Quizás no sepas lo que significa. Esa palabra, «aleluya», es en realidad una transliteración de una frase hebrea.
La primera parte, «alelu», significa «alabaros», y la sílaba final, «ya», es una versión abreviada del Nombre de Dios, Yahweh. Y por eso significa: «Alabad al Señor; alabado sea el Señor; alabad a Dios, tened gratitud hacia el Señor por quien Él es». En realidad, eso es lo que significa aleluya.
La palabra es tan fascinante. Originalmente era un llamado a la adoración. Era una orden a la que irían los sacerdotes: «Está bien, es hora de darle gracias a Dios, pueblo. Es hora de venir a adorar y alabar a Dios». Los sacerdotes usaban eso para abrir su servicio y luego para cerrar esta lectura litúrgica. Como ves en el libro de los Salmos, el aleluya a menudo abre o cierra un salmo.
Dannah: Me dan ganas de usar esa palabra. Siento que lo hemos perdido en muchas de nuestras denominaciones; hemos perdido la belleza de esa palabra y, por tanto, su uso. Pero parece que podría ser bastante importante para nosotros recuperarlo.
De hecho, quiero aprovechar que hablamos de esta palabra «Aleluya», para mencionarle a nuestras oyentes que a finales de octubre, Nancy dedicó una serie completa a explicarnos lo que esta palabra significa basándose en el salmo 113, ¡se las recomiendo! Se llama «Aleluya: Una celebración de alabanza». Pueden encontrarla en AvivaNuestrosCorazones.com. Continúa Mary, compártenos más.
Mary: ¡Es una palabra enorme y significativa! Ya sabes, en los tiempos del Nuevo Testamento a menudo gritaban: «¡Aleluya!», como un grito espontáneo de gratitud, de alabanza y acción de gracias hacia Dios. En el libro de Apocalipsis (y aquí es donde se pone realmente interesante) Apocalipsis nos muestra que los ángeles en el cielo cantan: «¡Aleluya!, ¡Aleluya!» ante el trono de Dios.
Así que en realidad están dando a Dios gratitud y reconociendo quién es Él, alabándolo por quién es, de manera constante. ¡Eso es lo que está sucediendo en el cielo ahora mismo!
Dannah: ¡Es hermoso! Hace poco escuché a alguien decir que cuando venimos a la iglesia, no comenzamos a adorar. Cuando nos levantamos por la mañana y abrimos nuestra Biblia o nuestro diario para alabar al Señor, no comenzamos a alabar, no comenzamos a escribir nuestro agradecimiento a Dios. Nos sumamos a lo que ya ha estado sucediendo toda la noche ante el trono de Dios. Estamos inmersos en algo que no solo es global, sino también de otro mundo y sobrenatural.
Mary: Es sobrenatural y sucede constantemente. Creo que esa es una de las razones por las que la Biblia nos instruye a ser agradecidos, a trabajar la gratitud en nuestros sistemas como un estilo de vida continuo, porque eso es lo que está sucediendo en el cielo. Ese es el estilo de vida, en cierto sentido, de los ángeles en el cielo, de las huestes celestiales. ¡Tienen este estilo de vida de reconocer la grandeza y la bondad de Dios!
En realidad, a eso se reduce la gratitud, y ahí es donde es tan diferente de una simple idea secular. La gratitud es una disciplina cristiana donde reconocemos la gloria de Dios.
Dannah: Sí, está dirigido a Él. Me di cuenta de que tu libro «Creciendo en Gratitud», este libro de 101 meditaciones, que, por cierto, es fenomenal... Es como tener ruedas de entrenamiento puestas, en términos de comenzar el día, con la incapacidad de caer en el mal humor o refunfuñando. Te obliga a tener el lenguaje del cielo en tu lengua.
Pero una de las cosas que noté, Mary, es que casi todas las meditaciones son sobre Dios. No se trata de nuestros calcetines con agujeros a los que no queremos renunciar, ni de nuestras camisetas o nuestras «cosas». Se trata de Dios. ¿Por qué es eso?
Mary: Bueno, creo que los cristianos deberían ser las personas más agradecidas porque tenemos mucho por qué estar agradecidos, y el objeto último de nuestra gratitud es Dios y quién es Dios. Él es bueno. Él es todopoderoso. Él reina. Él es santo. Él es sabio.
Cuando miro un atardecer… Recientemente tomé una foto cuando mi esposo y yo conducíamos por la autopista el otro día. Estaba esta puesta de sol, el cielo era carmesí, y había como un foco rojo en medio de este cielo dorado y amarillo, y todos los campos de cosecha estaban al lado. ¡Fue impresionante! ¡Asombroso!
Mi grito en ese momento no fue: «Oh, estoy muy agradecida por el paisaje». No. Mi grito en ese momento fue: «¡Estoy tan agradecida, Dios, porque eres tan creativo! Eres un artista. ¡Esto es espectacular!». Nuestra gratitud se dirige hacia Él. Y, ¡wow!, Él es un Dios alegre, Él es misericordioso. Hay tantas cosas acerca de Dios que son espectaculares y por las que podemos estar agradecidas.
Dannah: ¿Sabes qué palabra está surgiendo en mi corazón y siento que necesito decir? ¡Aleluya!
Mary: ¡Aleluya!
Dannah: Mientras decías eso, lo sentí en mí, como si quisiera que saliera. Creo que ha habido momentos en mi vida en los que escuché una conversación como esta y me desconecté y dije: «¡Esas mujeres excéntricas! ¿Qué...?».
Y lo que he aprendido es que cuanto más estoy en la Palabra y más en presencia de otras mujeres como tú, que hablan el lenguaje de la gratitud, el lenguaje de la alabanza, el lenguaje del agradecimiento, tiene sentido y fluye de mí.
Me encanta la jardinería. Tengo dalias, gladiolas y rosas. Cada año me maravilla poder cultivar algo nuevo que nunca antes había cultivado. ¡Y cuando florece, estallo en alabanza! ¡Es un milagro para mí cada vez!
No creo que siempre haya sido así, pero dirijo mi agradecimiento a Dios: «Señor, gracias por esa hermosa Dalia que me está alegrando el día. ¡Qué Dios tan maravilloso eres! Debes haberte sentido muy alegre cuando creaste ese color amarillo brillante». Ya sabes, así hablo cuando camino entre mis jardineras. Y supongo que eso les parecería un poco loco a algunas personas.
Mary: Bueno, esa percepción cristiana sobre la gratitud es muy diferente, porque la Palabra de Dios aleja la gratitud de un enfoque centrado en mí a un enfoque centrado en Dios. No se trata simplemente de: «Oh, estoy feliz por esto porque me sirve, se trata de mí, se trata de mi felicidad, mi alegría, de sentirme cómoda, de estar en un lugar donde lo siento. Me siento bien».
Esto es más gratitud por quién es Dios, por lo que Dios hace. Se trata de Él. Un estilo de vida de gratitud implica la disciplina de meditar en los atributos de Dios y darle gracias y alabanzas.
¿Y sabes qué, Dannah?, el solo hecho de que tú mires tus flores y las flores evoquen alabanza a Dios, y yo mire el atardecer mientras conduzco y eso evoca, remueve en mi espíritu, esta alabanza y esta adoración del Dios que es tan creativo; eso muestra que el Espíritu Santo está obrando en nuestros corazones y en nuestras vidas, porque esa es una marca.
Dirigir la alabanza a Dios y que toda la creación habla de Su nombre y nos llama a través de la belleza y de lo que está sucediendo y nos apunta hacia Dios, ¡por eso creó esas cosas!
Dannah: Sí. Entonces, de estos atributos que acabas de enumerar (bueno, todopoderoso, reinante, santo, sabio, creativo), realmente estás llegando a la idea de que Dios es creativo. Pero eso fue hace algunos días, o hace un tiempo, que viste eso. ¿Por qué te sientes agradecida hoy, Mary?
Mary: Sabes, en medio de todo lo que está pasando a mi alrededor y en el mundo, ¡estoy realmente agradecida de que Dios gobierna! Sé que nuestra amiga Nancy siempre envía mensajes de texto. Cuando nos enviamos mensajes de texto, ella nos cuenta algo muy difícil y luego termina su mensaje con: «¡El cielo gobierna!».
Dannah: ¡El cielo gobierna!
Mary: «¡El cielo gobierna!». ¿Cuántas veces hemos escuchado eso de Nancy, Dannah?
Dannah: ¡Una y otra vez! Sí.
Mary: Una y otra vez... ¡Dios reina! Esto no tomó a Dios por sorpresa. Él tiene el control, y cuando nuestro mundo parece estar fuera de control, Él tiene el control. Estoy muy agradecida por eso, porque sería fácil sentirse abrumada y fuera de control con todas las circunstancias que están pasando. ¡Pero Dios reina! ¡Podemos estar muy agradecidas de que Él esté en el trono!
Dannah: No sé si esta es una cualidad del carácter de Dios; Creo que sí, porque es un nombre de Dios: Emmanuel. He estado muy agradecida en medio de este año loco. Dios está conmigo; Dios está con nosotras; Él está aquí; Él está en medio de esto.
Pienso en el horno de fuego de Sadrac, Mesac y Abednego. ¡Al ver esa prueba de fuego, el rey Nabucodonosor miró y vio que Cristo estaba allí en las llamas con ellos! ¡Él está contigo en este año difícil! Solo por eso podemos estar agradecidas.
Mary: Absolutamente. ¡Estoy agradecida de que Dios sea mi Ayudador! No puedo decirte la cantidad de veces al día, especialmente ahora que estoy luchando con el fin de una fecha límite para escribir. Simplemente digo: «¡Oh, Dios! ¡Necesito tu ayuda! Necesito tu sabiduría. Necesito que me des palabras. Necesito que desates mi lengua para que pueda hablar de una manera que te honre y realmente cuente Tu historia de una manera que te haga justicia. ¡Oh Padre, sé mi Ayudador y te agradezco mucho que me ayudes en todo!».
Cuando hacemos esa disciplina de gratitud y enfoque en Dios, eso nos cambia, ¿no es así?
Dannah: ¡Seguro que sí!
Si esta conversación conmueve tu corazón, como sé que ha conmovido el mío, querrás una copia del libro más reciente de Mary Kassian «Growing Grateful: Live Happy, Peaceful, and Contented». Es una colección de 101 meditaciones que te ayudarán a celebrar, con alabanza y acción de gracias, las cualidades de Dios.
Mary: Bueno, y el día de mañana vamos a hablar de cómo elegimos ser agradecidas, incluso cuando la vida es difícil. Eso es lo más difícil de todo: elegir gratitud en esos momentos difíciles.
Dannah: ¡Ciertamente necesitamos esa conversación! Por favor regresa a Aviva Nuestros Corazones.
Con la esperanza de inspirar más «aleluyas» en tu vida, Aviva Nuestros Corazones es un ministerio de alcance de Revive Our Hearts.
Todas las Escrituras son tomadas de la Nueva Biblia de Las Américas, a menos que se indique lo contrario.
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