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Primeros pasos: ayuda a una mujer a adentrarse en la Biblia

A lo largo de los años, al servir junto a mi esposo en la plantación de iglesias en el campo misionero, he tenido el privilegio de compartir el evangelio con mujeres. Por la gracia del Señor, muchas de ellas se arrepienten de sus pecados y aceptan a Jesús como su Señor y Salvador, tal como nos enseña la Escritura: «Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia» (Ro. 9:16). Después de este maravilloso nuevo nacimiento, inicia una nueva etapa: el discipulado. Este proceso es fundamental, ya que es un mandato del Señor: «Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y recuerden ¡Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo!»(Mt. 28:19-20). A través del discipulado, la nueva creyente es guiada para adentrarse en la Palabra de Dios y crecer en su relación con Él.

En cada contexto, discipular implica enseñarles a estas mujeres a parecerse más a Cristo, no a mí. Yo simplemente soy un instrumento ordinario en las manos de un Dios extraordinario que tiene propósitos maravillosos para sus vidas, al igual que los ha tenido para la mía. ¡Toda la gloria sea para Él!

El camino de la fe es un viaje emocionante y para una mujer que recién ha llegado a conocer a Cristo, una de las áreas más importantes en su crecimiento espiritual será profundizar en la Palabra de Dios. La Biblia es la revelación de Dios para la humanidad y en ella encontramos instrucciones, consuelo, sabiduría y guía para vivir según Su voluntad. Ayudar a una mujer nueva en la fe a adentrarse en la Biblia es un acto de amor y discipulado. A continuación, exploraremos los primeros pasos fundamentales que se pueden dar para guiarla en este hermoso proceso.

  • Invitarla a tener una relación personal con Dios a través de la Palabra.

Lo primero que una nueva creyente debe entender es que la Biblia no es un libro de reglas o de información religiosa, sino un medio para tener una relación personal con Dios. La Palabra es viva y activa, y a través de ella, Dios habla directamente a nuestro corazón. Es importante que se le enseñe a ver la Biblia no solo como un libro de conocimiento, sino como una forma de conocer a Dios y Su voluntad.

Versículo clave:
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón». -Hebreos 4:12

Este versículo resalta cómo la Palabra de Dios puede llegar a lo más profundo del ser humano, transformando pensamientos, actitudes y deseos. Explicar esto a una mujer nueva en la fe le ayudará a comprender que cada vez que lee la Biblia, está invitando a Dios a hablarle directamente.

  1. Comenzar con los fundamentos: los evangelios. 

Es recomendable comenzar con los evangelios, ya que contienen la vida y enseñanzas de Jesús, que son fundamentales para la fe cristiana. Ahí encontramos el mensaje central del cristianismo: el amor de Dios revelado en la persona de Cristo. Comenzar con el Evangelio de Juan, por ejemplo, es una excelente manera de entender quién es Jesús y cuál es Su propósito en la vida de cada creyente. De esta manera honramos lo que Cristo dijo en la Gran Comisión: «enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado» (Mt.19:20).

Versículo clave:
«En el principio ya existía el Verbo , y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios». -Juan 1:1

Este versículo resalta la eternidad y divinidad de Cristo. Al comenzar con Juan o Marcos, por ejemplo, una mujer nueva en la fe puede aprender sobre la naturaleza divina y humana de Jesús, así como el propósito de Su venida a la tierra.

  1. Hacer el hábito de una lectura diaria de la Biblia

Para que una mujer crezca en su fe, es crucial que adopte la práctica de leer la Biblia cada día. Esto no significa que deba leer capítulos extensos todos los días, sino que debe crear el hábito de acercarse a la Palabra de Dios de manera constante. De manera práctica, sugerir leer un pasaje corto cada mañana puede ser un buen comienzo. Y tener un cuaderno donde pueda ir escribiendo las Escrituras derramando su corazón al Señor.

Versículo clave:
«¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en Su ley medita de día y de noche!». -Salmos 1:1-2

Este pasaje nos enseña que el hombre o la mujer que se deleita en la Palabra de Dios y medita en ella de día y de noche será bendecido. Es importante enseñar que la lectura de la Biblia no es una obligación, sino un deleite que alimenta el alma.

  1. Enseñar la importancia de la oración al leer la Biblia

No podemos abordar la lectura de la Biblia sin enseñar la importancia de la oración. La oración es la forma en que nos comunicamos con Dios y le pedimos que nos dé entendimiento de Su Palabra. Una mujer nueva en la fe debe aprender que antes de leer la Biblia, debe pedir a Dios que le abra los ojos para entender lo que está leyendo. Enseñarle a orar la Palabra.

Versículo clave:
«Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley». -Salmos 119:18

Este versículo es una oración poderosa que una nueva creyente puede hacer antes de leer la Biblia. Al orar de esta manera, se está pidiendo a Dios que ilumine su mente y su corazón para que pueda comprender la verdad divina contenida en las Escrituras.

  1. Establecer un plan de lectura estructurado

Para evitar la frustración y la dispersión, es útil proporcionar un plan de lectura estructurado. Un plan de lectura puede ser un libro o un tema en particular que la mujer pueda estudiar a lo largo de un mes o más. Comenzar con un plan sencillo como el de leer un capítulo de los evangelios cada día, un Salmo como libro de alabanzas y un Proverbio como el libro de la sabiduría. Esto evitará que se pierda en la vastedad de la Biblia y le permitirá un enfoque más claro. Recordar que cada creyente no tiene las mismas destrezas que otros para la lectura, debemos ser sensibles, pacientes y amorosas para poder ayudarle a la transformación de su mente a través de las Escrituras.

Versículo clave:
«Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia,a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra». -2 Timoteo 3:16-17

Este versículo enseña que toda la Escritura tiene un propósito en la vida del creyente, y un plan estructurado de lectura ayudará a cumplir este propósito de manera ordenada y efectiva.

  1. Promover el estudio en comunidad: la importancia de la iglesia

Una mujer nueva en la fe no debe estudiar la Biblia sola. La comunidad de creyentes es esencial para el crecimiento espiritual. Al unirse a un grupo de estudio bíblico en su iglesia, ella podrá aprender de otros, hacer preguntas y compartir lo que está aprendiendo. La iglesia y la comunidad de creyentes desempeñan un papel vital en el fortalecimiento de la fe de cada miembro.

Versículo clave:
«Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno». -Hechos 2:44-45

Aquí podemos ver cómo la iglesia primitiva vivía en comunidad, compartiendo sus vidas y fortaleciendo su fe unos a otros. Es importante que una nueva creyente se integre en una comunidad de fe que la apoye y le enseñe, ya que esto acelerará su crecimiento.

  1. Establecer el concepto de la aplicación práctica

Una mujer nueva en la fe también debe entender que la Biblia no es solo para estudiar, sino para vivir. La aplicación práctica de las enseñanzas bíblicas es crucial para el crecimiento espiritual. Cada vez que lea un pasaje, debe preguntarse cómo puede aplicar esa verdad en su vida diaria. Esto le ayudará a vivir de acuerdo con los principios divinos.

Versículo clave:
«Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos». -Santiago 1:22

Esto nos recuerda que no debemos solo leer la Palabra, sino vivirla. Ayudar a una nueva creyente a entender que la Biblia es una guía para la vida diaria la motivará a aplicar lo que aprende.

  1. Fomentar la paciencia y la perseverancia

Finalmente, es importante que la mujer nueva en la fe entienda que el proceso de conocer y entender la Biblia lleva tiempo. No debe sentirse desanimada si no entiende todo de inmediato. El crecimiento espiritual es un proceso continuo y progresivo. La perseverancia en la lectura y el estudio de la Biblia es clave para una vida cristiana fuerte.

Versículo clave:
«Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto». -Romanos 12:2

Este versículo clave destaca que el entendimiento espiritual se renueva con el tiempo, y esto requiere intencionalidad y perseverancia. Es importante alentar a una nueva creyente a seguir buscando y confiando en que Dios le dará comprensión a medida que se sumerge en Su Palabra.

Conclusión

El proceso de ayudar a una mujer nueva en la fe a adentrarse en la Biblia es un viaje lleno de bendiciones y desafíos. Los primeros pasos incluyen enseñarle a tener una relación personal con Dios a través de la Palabra, fomentar la lectura diaria, guiarla en la oración antes de leer, establecer un plan de lectura estructurado y la importancia de la comunidad. A medida que avanza en su caminar con Cristo, aprenderá a aplicar las Escrituras a su vida diaria y a perseverar en su fe.

Es un honor y una bendición ser parte de este proceso de discipulado y ver cómo una nueva creyente crece en su comprensión y amor por la Palabra de Dios al conocimiento de un Dios santo, santo, santo y cómo se transforma progresivamente a la imagen de Cristo. En lo personal, siempre he tomado muy en serio lo que Pablo escribió en Tito 2:3-5 que tiene una aplicación práctica para todas las que somos discípulas del Señor. 


 

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Sobre el autor

Liliana Llambés

Liliana Llambés es misionera junto a su esposo, por más de 20 años  con la International Mission Board (IMB). Tiene una Maestría en estudios Teológicos de Southern Baptist Theological Seminary, y está finalizando la Maestría en Consejería Bíblica en dicho … leer más …


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